miércoles, octubre 12, 2005

Entre el ser y la nada (nada más que un recuerdo)

Del árbol, cuelgan flores del mal
que son como racimos de yodo balsámico
y átomico a la vez,
te acuerdas que eramos felices.
Y el cloroformo que nos hizo olvidar tantas cosas
que ya ni me acuerdo de lo que estoy hablando,
legañas en los ojos, en Hebreo morimos
pero al tercer día resucitamos
y estamos a la diestra de Dios padre
todo poderoso, porqué me has abandonado
y sentir todo el vacío, el miedo, la ubicuidad
de un florero bien puesto sobre la mesa
o el televisor todo el día prendido en el comedor
que a uno le hace quitar el hambre
le da calor y le da sueño.

¿Qué me querrá decir esa mosca con su volar tan monótono?